La línea de la vida es bastante frágil. Un día puedes ser el hombre más feliz del mundo y al siguiente ser solo la sombra de aquel chaval enamorado que solías ser. Nada hace que eso cambie, es la línea de la vida. Caminas por un camino desconocido todo el tiempo, en ningún momento sabes que es lo que pasara. Te dejas llevar por esa vocecilla a la cual llamamos "conciencia." Realmente no somos más que marionetas en este mundo. Nuestras pisadas no son más que eso, pisadas. A nadie le importará que decidas coger el tren en vez que el coche o cojas una manta en vez de encender la calefación. Pero aún y así tenemos el estúpido pensamiento de que nuestros actos importan. Al fin y al cabo, no somos más que un grano de arena en medio de una playa, una gota de agua en un oceano.
Me llamo Nikels y soy ese grano de arena que, aún saber que es insignificante, no quiere serlo. Puede que consiga hacer algo de lo que sentirme orgullosa, escriba algo que cambie el pensamiento consumista y egoísta que hay hoy en día. Pero también puede que no y eso no depende de mí. Lo que si puedo hacer es no dejar de intentarlo nunca.
No me malinterpretéis, no quiero fama: quiero vivir para siempre. Alguien dijo una vez que: "Una persona permanece viva mientras se mantenga su recuerdo en la mente de alguien." Ese es mi objetivo, dejar unas grandes huellas a mi paso que sean imposibles de borrar.
